Imagen (c) Tony Huynh
Mindfulness puede ayudar con problemas de sueño pero es necesaria una revisión radical de la naturaleza del problema.
La gente suele entrar en un círculo vicioso con el insomnio: no dormir nos lleva a preocuparnos, lo que nos lleva a más dificultades para dormir, lo que nos lleva a más preocupación, que nos lleva a … ¿Qué hacer? Una posibilidad es empezar a pensar en las noches de forma diferente. Esto implicaría una reformulación conceptual, un cambio de paradigma con respecto al sueño.
El paradigma normal es:
“Tengo que dormir bien por la noche o mañana será horrible”.
El nuevo paradigma es:
“Si descanso por la noche, estaré bien mañana”
Aunque parezca increíble, es posible conseguir un buen descanso sin dormir mucho necesariamente o sin dormir nada. Se requieren dos cosas:
- Que el cuerpo descanse tumbado en una postura boca arriba y en calma (como la postura del cadáver en yoga).
- Que la conciencia descanse utilizando una técnica para enfocar la mente (por ejemplo, mindfulness).
Puede resultarte difícil creer que es posible sentirse renovado después de haber dormido poco (o nada), habiendo practicado la relajación y la concentración. Para confiar en esta verdad se necesita experiencia y tiempo. Puede que descubras que al dejar de preocuparte por dormir, irónicamente, el sueño viene.
Durante años he trabajado con muchas personas con problemas de sueño. Mi experiencia en este campo me dice que la siguiente fórmula funciona casi siempre:
- Haz uso de las sugerencias de los expertos en material de sueño.
- Deja de preocuparte por quedarte despierto toda la noche.
- Déjate fascinar aprendiendo cómo puedes descansar toda la noche.
- Entrénate en la habilidad de mantener el cuerpo en relajación profunda y practicar una técnica de concentración de forma continuada.
- Sé paciente. Esta habilidad mejora con el tiempo.
